Malvinas estará en la agenda de la Asamblea General de la OEA
ASAMBLEA DE LA OEA
Fuerte respaldo americano al reclamo argentino por Malvinas
En la jornada final de la 44ta. Asamblea General del organismo continental, la resolución favorable a las negociaciones por las islas fue aprobada por aclamación, tras una larga lista de voces en favor del proyecto.
El canciller Héctor Timerman defendió la iniciativa en el recinto, al historiar la serie de pronunciamientos en favor de Argentina, desde la primera presentación ante el organismo del entonces canciller Juan Bramuglia en 1948, y denunciar "el ultraje" del que "fue y es víctima" el país.
"Vengo a denunciar un anacronismo colonial en pleno siglo XXI. Y resalto la sencilla y justa proposición de la resolución: la necesidad de que los gobiernos reanuden cuanto antes las negociaciones. Lo que el continente pide año tras año es eso, en sintonía con ONU, porque la solución pacífica de las controversias es corazón del derecho jurídico internacional", remarcó Timerman.
El diplomático subrayó que "no es la fuerza el argumento para la solución de las disputas", sostuvo la "firme convicción de que construcción del orden internacional exige que las resoluciones sean efectivamente cumplidas" y juzgó que "no hay otro mecanismo para arribar a solución justa".
"El Reino Unido invoca el principio de autodeterminción, ya desechado por la misma comunidad de naciones que pide negociaciones, porque suplantó a la población por una transplantada y desde entonces mantiene control inmigratorio más cerrado del mundo", advirtió.
Para Timerman, la negativa del Reino Unido a conversar es "la antítesis de la idea fundacional de la ONU, es contraria a la paz y es ofensiva para quienes dieron la vida por un mundo justo".
En la misma línea, consideró que la simplicidad del reclamo pone "en dramática evidencia" la actitud del Reino Unido, y se preguntó "cómo puede negarse un país a cumplir algo que fue expresado 40 veces en la ONU".
Llamó la atención, además, sobre el hecho de que la OEA "se abre al resto del mundo y tiene 69 observadores extranjeros, incluyendo a los de la Unión Europea, cuyas máximas autoridades se niegan a responder cuando el tema es Malvinas".
"¿Alguno de ustedes es observador en la UE, alguno fue invitado a expresarse?", ironizó el canciller, que ponderó que el reclamo por Malvinas sea común en los bloques de la CELAC, la Unasur y el Mercosur, y haya recibido respaldos de las naciones africanas y árabes en sendas cumbres.
Al pedir el apoyo de la región, Timerman -que estuvo escoltado por el secretario de Asuntos Relativos a las Malvinas, Daniel Filmus- remarcó que "no se trata de tomar partido por Argentina o el Reino Unido, sino de apoyar la esencia misma del derecho internacional".
Después, Brasil leyó la iniciativa, y expresó su respaldo, que fue seguido en cadena, con argumentos similares, por los representantes de Nicaragua, Venezuela (en nombre de los países del ALBA), Paraguay, Bolivia, México, Panamá, El Salvador, Chile, Surinam, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Guyana, Antigua y Barbuda y Uruguay.
Canadá, en tanto, marcó su disidencia, al señalar su representante que "solamente los habitantes de Malvinas pueden decidir su futuro" y reclamar que se use la Asamblea "para ocuparnos de los desafíos comunes para todos los miembros" de la OEA.
Como el canciller uruguayo, Luis Almagro, pidió el visto bueno "por aclamación", su par paraguayo, Eladio Loyzaga -que presidía la sesión- hizo votar el texto y anunció que había sido aprobado por unanimidad, aunque Canadá había anticipado su rechazo. Estados Unidos no habló.
El texto menciona que "en reiteradas oportunidades" el cuerpo declaró que la cuestión Malvinas "constituye un tema de permanente interés hemisférico" y cita que la incorporación del Reino Unido a la OEA como observador permanente "refleja principios y valores compartidos entre ese país y los Estados miembros de la Organización que permiten un mayor entendimiento mutuo".
Reseña también que Argentina y el Reino Unido mantienen "importantes vínculos comerciales, culturales y políticos, comparten valores comunes y desarrollan además una estrecha cooperación tanto bilateral como en los foros internacionales".
La declaración lamenta que pese a esos vínculos "no se ha podido aún reanudar las negociaciones tendientes a resolver la disputa de soberanía" y destaca "la voluntad del Gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles para la solución pacifica de la controversia".
El canciller Héctor Timerman defendió la iniciativa en el recinto, al historiar la serie de pronunciamientos en favor de Argentina, desde la primera presentación ante el organismo del entonces canciller Juan Bramuglia en 1948, y denunciar "el ultraje" del que "fue y es víctima" el país.
"Vengo a denunciar un anacronismo colonial en pleno siglo XXI. Y resalto la sencilla y justa proposición de la resolución: la necesidad de que los gobiernos reanuden cuanto antes las negociaciones. Lo que el continente pide año tras año es eso, en sintonía con ONU, porque la solución pacífica de las controversias es corazón del derecho jurídico internacional", remarcó Timerman.
El diplomático subrayó que "no es la fuerza el argumento para la solución de las disputas", sostuvo la "firme convicción de que construcción del orden internacional exige que las resoluciones sean efectivamente cumplidas" y juzgó que "no hay otro mecanismo para arribar a solución justa".
"El Reino Unido invoca el principio de autodeterminción, ya desechado por la misma comunidad de naciones que pide negociaciones, porque suplantó a la población por una transplantada y desde entonces mantiene control inmigratorio más cerrado del mundo", advirtió.
“La firme convicción de que construcción del orden internacional exige que las resoluciones sean efectivamente cumplidas",Reseñó entonces que los malvinenses "tienen derecho a adquirir tierras ilimitadas en Argentina continental, derecho a una educación gratuita, a una salud sin costo alguno, a votar y ser elegidos", pero "en contrapartida, los argentinos continentales no pueden ir a vivir, comprar un terreno y menos que menos a tener servicios gratuitos" en las islas.
Héctor Timerman
Para Timerman, la negativa del Reino Unido a conversar es "la antítesis de la idea fundacional de la ONU, es contraria a la paz y es ofensiva para quienes dieron la vida por un mundo justo".
En la misma línea, consideró que la simplicidad del reclamo pone "en dramática evidencia" la actitud del Reino Unido, y se preguntó "cómo puede negarse un país a cumplir algo que fue expresado 40 veces en la ONU".
Llamó la atención, además, sobre el hecho de que la OEA "se abre al resto del mundo y tiene 69 observadores extranjeros, incluyendo a los de la Unión Europea, cuyas máximas autoridades se niegan a responder cuando el tema es Malvinas".
"¿Alguno de ustedes es observador en la UE, alguno fue invitado a expresarse?", ironizó el canciller, que ponderó que el reclamo por Malvinas sea común en los bloques de la CELAC, la Unasur y el Mercosur, y haya recibido respaldos de las naciones africanas y árabes en sendas cumbres.
Al pedir el apoyo de la región, Timerman -que estuvo escoltado por el secretario de Asuntos Relativos a las Malvinas, Daniel Filmus- remarcó que "no se trata de tomar partido por Argentina o el Reino Unido, sino de apoyar la esencia misma del derecho internacional".
Después, Brasil leyó la iniciativa, y expresó su respaldo, que fue seguido en cadena, con argumentos similares, por los representantes de Nicaragua, Venezuela (en nombre de los países del ALBA), Paraguay, Bolivia, México, Panamá, El Salvador, Chile, Surinam, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Guyana, Antigua y Barbuda y Uruguay.
Canadá, en tanto, marcó su disidencia, al señalar su representante que "solamente los habitantes de Malvinas pueden decidir su futuro" y reclamar que se use la Asamblea "para ocuparnos de los desafíos comunes para todos los miembros" de la OEA.
Como el canciller uruguayo, Luis Almagro, pidió el visto bueno "por aclamación", su par paraguayo, Eladio Loyzaga -que presidía la sesión- hizo votar el texto y anunció que había sido aprobado por unanimidad, aunque Canadá había anticipado su rechazo. Estados Unidos no habló.
El texto menciona que "en reiteradas oportunidades" el cuerpo declaró que la cuestión Malvinas "constituye un tema de permanente interés hemisférico" y cita que la incorporación del Reino Unido a la OEA como observador permanente "refleja principios y valores compartidos entre ese país y los Estados miembros de la Organización que permiten un mayor entendimiento mutuo".
Reseña también que Argentina y el Reino Unido mantienen "importantes vínculos comerciales, culturales y políticos, comparten valores comunes y desarrollan además una estrecha cooperación tanto bilateral como en los foros internacionales".
La declaración lamenta que pese a esos vínculos "no se ha podido aún reanudar las negociaciones tendientes a resolver la disputa de soberanía" y destaca "la voluntad del Gobierno argentino de continuar explorando todas las vías posibles para la solución pacifica de la controversia".
El canciller de Argentina, Héctor Timerman, sostuvo ante la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebra en Asunción (Paraguay) que asistió a la cita para "reafirmar la soberanía" de su país sobre las Islas Malvinas.
Explicó que "una vez más vengo a denunciar la existencia de un anacronisimo colonial" por lo que sostuvo que Reino Unido debe "cumplir con la obligación de negociar". Hizo referencia a la invasión de 1833 a las islas, lo que conllevó a la "permanente protesta de nuestros delegados". Indicó que en la resolución de este asunto debe imperar "el derecho internacional" y ser "resuelto con medios pacíficos".
Timerman indicó que espera que las decisiones y resoluciones que tengan lugar en este encuentro "no caigan en saco roto cuando nuestras pretensiones se encarnan en el derecho internacional".
En ese sentido, el funcionario argentino instó a que cuanto antes se reanude el diálogo para obtener una "solución pacífica a esta prolongada controversia". Eso es "lo que el continente pide año tras año en sintonía con la postura adoptada por la Organización de las Naciones Unidas".
“Recuerden que desde las Islas Malvinas el imperio británico controló el único espacio natural entre el Océano Pacífico y el Atlántico”, recordó Timmerman en relación con las excusas británicas para negarse a negociar con el gobierno argentino.
“Los habitantes de las islas tienen derecho a adquirir tierras sin límites en Argentina, acceso a la educación y salud sin costo alguno; además de votar y resultar electos; a diferencia de los ciudadanos argentinos no cuentan con los mismos beneficios en las Malvinas” precisó el diplomático.
“Los habitantes de las islas tienen derecho a adquirir tierras sin límites en Argentina, acceso a la educación y salud sin costo alguno; además de votar y resultar electos; a diferencia de los ciudadanos argentinos no cuentan con los mismos beneficios en las Malvinas” precisó el diplomático.
Estas declaraciones tienen lugar poco antes de que el próximo 10 de junio se conmemore en Argentina la designación del primer gobernador argentino en las Malvinas, Luis Vernet durante 1829. El hecho constituye uno de los antecedentes que secunda el reclamo de la soberanía argentina sobre las islas.
La disputa entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, ubicadas en el Atlántico Sur, se remonta a 1833 cuando los británicos ocuparon el archipiélago. El 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaron en las islas, bajo el nombre de islas Falklands, que eran ocupadas desde hacía medio siglo por Reino Unido. Fue el inicio de una guerra de 74 días -nunca declarada oficialmente- que concluyó en junio de ese año con su rendición ante las fuerzas invasoras enviadas por la nación europea.
La cuestión de la soberanía de las islas Malvinas fue incluida en la agenda de la 44ta. Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se realizará la semana próxima en Asunción.
Según el programa difundido hoy, que incluye una larga lista de asuntos de interés para la región, la cuestión Malvinas será tratada el jueves próximo en la cuarta sesión plenaria de la asamblea de la OEA, antes de la clausura de la reunión que se inaugurará el martes, según informó la agencia EFE.
Según el programa difundido hoy, que incluye una larga lista de asuntos de interés para la región, la cuestión Malvinas será tratada el jueves próximo en la cuarta sesión plenaria de la asamblea de la OEA, antes de la clausura de la reunión que se inaugurará el martes, según informó la agencia EFE.
En junio del año pasado, la OEA aprobó por aclamación un proyecto de respaldo al reclamo argentino sobre las islas y llamó al Reino Unido a reanudar las negociaciones, durante la sesión final de su 43° Asamblea General, que sesionó en Antigua Guatemala. En esa oportunidad, el canciller Héctor Timerman destacó la "atención" que la organización "ha prestado y continúa prestando a la cuestión Malvinas" y señaló que ese tipo de pronunciamientos "manifiestan no sólo la histórica solidaridad regional"
hacia el país, "sino que también evocan los principios jurídicos y valores universalmente reconocidos". En respuesta, el gobierno de Londres respondió que respetaba el llamamiento de la OEA, pero descartó que las conversaciones se realicen hasta que los habitantes de esas islas "así lo deseen". El tema general de la asamblea de la OEA de este año es el "Desarrollo con inclusión social", aunque en sus intervenciones los cancilleres del continente podrán abordar otros asuntos que consideren de interés, según aclaró hoy el vicecanciller paraguayo, Federico González, quien es el Coordinador Nacional de la reunión.
El temario del encuentro contiene una larga lista de asuntos, que van desde la volatilidad de los precios de los alimentos, hasta la explotación sexual de menores y los derechos de la mujer y los afrodescendientes, los presos, las personas con sida y los refugiados.
Fuente: Argentina.ar